La ansiedad es un sentimiento de miedo, temor e inquietud que puede estar acompañado de reacciones físicas como sudoración tensión muscular o inclusive palpitaciones.
Puede ser una respuesta normal al estrés o una reacción ante ciertas problemáticas personales o profesionales. Sin embargo, para muchas personas esta condición no es temporal y puede ser muy abrumadora.
Un síntoma muy frecuente es tener pensamientos o creencias difíciles de controlar, aunque a menudo los comportamientos que se ocasionan son inconscientes.
¿Te ha pasado que te rascas mucho la piel, te muerdes las uñas o a cada rato visitas la alacena o abres el cajón de las chucherías?
SI te identificas, no te preocupes, estos padecimientos se pueden controlar con diferentes herramientas o apoyos.
Hablemos de trastornos de ansiedad.
Hay varios tipos de trastornos de ansiedad como por ejemplo las fobias o ataques de pánico, pero el que más comúnmente se identifica es el trastorno de ansiedad generalizada.
En este padecimiento se observa que las personas se preocupan por problemas cotidianos: como la salud, el dinero, familia: pero lo llevan a un extremo o exceso, y los tienen casi todos los días por lo menos durante seis meses continuos.
Existen diversas formas de disminuir o tratar los trastornos de ansiedad, con las que se busca cambiar cómo reaccionar ante las cosas que le causan miedo o sensaciones.
Pero ¿por qué hablamos de ansiedad cuando se trata de la alimentación?
Muchos de los pacientes buscan bajar de peso o mejorar hábitos de alimentación, sin embargo, hay algo que los detiene y frecuentemente la causa es el estrés y ese círculo vicioso que se genera.
Si no cachamos qué hay detrás de uno o varios “antojos” o simples “no puedo dejar de comer”, lo ideal sería buscar en las emociones. Y ahí es donde generalmente descubrimos que lo que causa esa falta de control, es la ansiedad.
Una vez que se resuelve el origen de la emoción, cuando lo vemos con claridad, es cuando podemos hacer cambios y alcanzar las metas.
¿Cómo calmar la ansiedad?
Lo más sencillo es mantenerse ocupado. Cuando la mente está distraída y enfocada en una tarea, los pensamientos y las preocupaciones se disipan más fácilmente. Realizar un calendario de actividades puede ayudar a resolver o completar tareas y por tanto a disminuir la ansiedad.
Una herramienta muy útil es realizar indagación. Y no es mas que una serie de preguntas y procesos que nos llevan a revelar eso que hay detrás, logrando transformar obstáculos en oportunidades.
Y finalmente, cuando hablamos de reducir esos picoteos de alimentos que no siempre son saludables, es importante que en primer lugar no los compremos. Si no los tengo disponibles en la casa o la oficina, lo más probable es que no los consuma. En su lugar siempre opta por opciones saludables como jícamas, pepinos con cáscara, algunos cacahuates, apios o tostaditas horneadas que son fáciles de llevar. Sólo recuerda, ¡siempre con moderación!
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